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Síndrome del cuidador: causas, síntomas y cómo superarlo

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Cuidadora peinando a una mujer mayor.

Tiempo de lectura: 8 minutos

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Cuando cuidar a otra persona, por la razón que sea, absorbe una gran parte del tiempo de la persona y se convierte en una tarea abrumadora, aparece el síndrome del cuidador.

Este síndrome, que se presenta en las personas que cuidan a otros, puede tener consecuencias significativas para la salud. Por eso, en este artículo te explicamos qué es y qué hacer para prevenirlo. 

¿Qué es el síndrome del cuidador?

El síndrome del cuidador, conocido en inglés como caregiver burnout, es una condición en la que se producen síntomas de estrés físico, mental y emocional, mientras se cuida a otra persona enferma, de edad avanzada o con algún tipo de discapacidad.

La Cleveland Clinic señala que las personas que padecen de este síndrome pueden sentirse cansadas, estresadas, retraídas, ansiosas y deprimidas. 

Diferencias entre burnout y síndrome del cuidador

El término de burnout se utiliza principalmente para el ambiente laboral, aunque también se puede aplicar a quienes se dedican a cuidar a otras personas de manera profesional o no. En este sentido, y teniendo en cuenta que en inglés se denomina como burnout caregiver al síndrome del cuidador, podemos decir que no hay ningún tipo de diferencia, al menos cuando se utilizan en el mismo contexto. 

Causas del síndrome del cuidador

Generalmente, y tomando como referencia el artículo de la Cleveland Clinic que ya mencionamos, el síndrome del cuidador se produce porque la persona dedica una gran parte de su tiempo y energía a cuidar a otras personas. En algunas ocasiones esto implica que no se tiene suficiente tiempo para dedicarse y cuidar de sí mismo.

Veamos de manera detallada algunas de estas causas y cuál es el impacto que pueden llegar a tener.

Factores emocionales que contribuyen al estrés

Sobre esto habla Johns Hopkins Medicine, resaltando que las personas enfermas requieren de un grado extremo de cuidado físico y emocional. Esto puede generar estrés y afectar el bienestar de quien brinda los cuidados, ya que le puede resultar complejo brindar atención y satisfacer sus propias necesidades y las del resto de personas de su entorno.

Para profundizar más en el tema, te recomendamos leer nuestro artículo sobre las enfermedades mentales más comunes.

Demandas físicas y agotamiento

El cuidado de una persona enferma, como ya mencionamos, tiene una demanda muy alta de esfuerzo físico, sobre todo cuando la persona no tiene suficiente independencia para llevar a cabo sus actividades cotidianas. Esto puede llevar al agotamiento físico, y, si no se toma un descanso adecuado, a problemas como dolores musculares, fatiga crónica y disminución de la energía.

Carga mental y expectativas sociales

Las expectativas sociales y familiares también pueden aumentar la presión sobre los cuidadores y generar malestar. Esto se suma a la carga mental de gestionar las responsabilidades diarias del cuidado.

La carga mental de los cuidadores incluye un gran número de actividades, como planificar, anticipar problemas, y tomar decisiones continuamente

Fases del síndrome del cuidador

Las fases del síndrome del cuidador son muy variadas, y pueden cambiar en función del especialista que hable de él. A continuación, te comentamos algunas de las más comunes.

Etapa de implicación inicial

Aunque algunos no hablan de esta etapa, es importante mencionarla, ya que es cuando el cuidador asume la responsabilidad de brindar cuidados a otro sin que eso represente un inconveniente. Es un periodo que puede variar de persona a persona, pero que según los especialistas puede ser de hasta 18 meses.

Etapa de sobrecarga

En la etapa de sobrecarga es cuando se hace más evidente la dificultad de cuidar a otra persona, y el cuidador puede sentirse abrumado y experimentar una sensación profunda de cansancio. Para la mayoría, parece que se hace mucho esfuerzo sin que eso se refleje en resultados positivos.

Etapa de agotamiento o burnout

En esta etapa, el cuidador alcanza el nivel más alto de agotamiento, y puede empezar un proceso de aislamiento que incluye alejarse de familiares y amigos. Además, puede descuidar sus propias necesidades, y entrar en conflicto con las tareas de cuidado de la persona enferma.

En esta etapa es común la fatiga física y emocional, y la falta de motivación y el agotamiento mental se manifiesta con mayor frecuencia.

Etapa de desvinculación emocional

En la etapa más grave del síndrome del cuidador, los cuidadores pueden experimentar una desvinculación emocional y perder la empatía por quienes reciben sus cuidados. Esta etapa también está marcada por la desesperanza, y una disminución en la capacidad del cuidador de sentir y expresar empatía y paciencia por la persona que está enferma. 

Cuidador con persona mayor.

Síntomas del síndrome del cuidador

Aprender a reconocer las señales o síntomas del síndrome del cuidador es sumamente importante, según resalta HelpGuide, ya que de esta manera es posible tomar medidas antes de que todo empeore.

Fatiga y dolor muscular

El artículo de HelpGuide que recién citamos menciona algunos de los síntomas más comunes del síndrome del cuidador, y dentro de ellos destaca la sensación de sentirse cansado físicamente. En algunos casos, esta sensación puede incluso generar malestar y dolor muscular.

Insomnio y trastornos del sueño

Vitas Healthcare explica que el síndrome del cuidador puede causar trastornos del sueño, que se pueden manifestar de manera diferente. En algunas ocasiones estos problemas se presentan en forma de insomnio, mientras que en otras pasa todo lo contrario y la persona duerme una gran parte del día.

Ansiedad y estrés

Otro de los síntomas que se suelen presentar son la ansiedad y el estrés, que como ya explicamos, se generan por lo demandante que es cuidar de otra persona, y por las expectativas propias y ajenas que se generan en torno a ello.

En este sentido, aprender cómo controlar la ansiedad y el estrés que puede causar el cuidar a otros es clave.

Sentimiento de culpa

En algunos casos, los cuidadores también pueden experimentar sentimientos de culpa, ya que no siempre están disponibles para el otro, y los cuidados que se ofrecen pueden parecer poco ante las necesidades de quien está enfermo.

Aislamiento y dificultad para socializar

Una gran parte de los síntomas que hemos mencionado a lo largo de este segmento también influyen en el aislamiento y la dificultad que puede tener el cuidador para socializar. Después de un tiempo, la persona que brinda los cuidados puede volverse más solitaria, algo que termina afectando su salud mental y emocional.

Disminución de la autoestima

El artículo de Johns Hopkins Medicine que citamos antes resalta que cuando el síndrome del cuidador alcanza un nivel crítico, se pueden empezar a experimentar problemas de baja autoestima. Esto está asociado a la falta de cuidado propio, la falta de socialización y otros factores más. 

Consecuencias del síndrome del cuidador

Padecer del síndrome del cuidador puede tener consecuencias negativas, tanto de salud mental como de salud física. Algunas personas incluso pueden empezar a desarrollar problemas de ansiedad y depresión debido a la carga emocional que implica hacerse responsable de los cuidados de alguien enfermo.

Impacto en la salud mental y física

Mayo Clinic también habla del síndrome del cuidador, y explica que, aunque cuidar a los seres queridos puede ser algo positivo y gratificante, las demandas de cuidado de otra persona pueden generar estrés físico y mental.

Es común que algunas personas vean afectada su salud, y que experimenten sentimientos de ira, frustración y tristeza.

Riesgo de depresión y problemas de ansiedad

Quienes padecen del síndrome del cuidador también pueden empezar a desarrollar problemas de depresión y ansiedad, especialmente, por el estrés que les genera la situación.

En este sentido, es importante aprender cómo combatir el estrés y poner en práctica algunas estrategias que ayuden a aliviar los síntomas que genera el cuidar a otro de forma prolongada.

Deterioro de las relaciones personales

Por último, hay que señalar que todas estas consecuencias que mencionamos hacen que las personas se aíslen, lo que suele deteriorar sus relaciones personales. 

cuidadora paseando con persona mayor

¿Cómo superar el síndrome del cuidador?

Ya vimos cuáles son sus causas y qué consecuencias puede llegar a tener, pero ¿cómo superar el síndrome del cuidador?

Importancia de cuidarse a sí mismo

WebMD explica qué hacer para prevenir el síndrome del cuidador, resaltando que es importante tener límites y dedicar tiempo para sí mismo. Deberían ser por lo menos una o dos horas por día.

Actividades de ocio y descanso

Tomar tiempo para descansar o hacer otras actividades no es un lujo, y es fundamental para mantener el equilibrio entre el cuidado que se le dedica a otra persona y el cuidado propio.

Pedir apoyo a familiares y amigos

Pedir apoyo emocional a familiares y amigos puede ser de mucha ayuda, sobre todo porque la carga resulta menos pesada, y se puede lidiar de una manera más efectiva con todo lo que genera cuidar a un ser querido que está enfermo o discapacitado.

Grupos de apoyo y redes sociales

Hablar con otras personas puede ayudar a aliviar los síntomas del síndrome del cuidador, por ello es recomendable buscar grupos de apoyo y conversar las inquietudes o preocupaciones que se tienen con amigos y familiares. 

¿Cómo prevenir el síndrome del cuidador?

A continuación, te comentamos qué puedes hacer para prevenir el síndrome del cuidador y evitar todas sus consecuencias negativas para la salud mental y física.

Reconocer los signos de alerta

Lo primero es reconocer los signos de alerta, teniendo como base las fases y los síntomas que mencionamos en este artículo. Identificar que el cuidar a otro te está generando malestar es fundamental para actuar y tomar medidas preventivas.

Buscar ayuda profesional

Lo ideal cuando las tareas de cuidado y el estado de salud de la persona a la que se cuida empiezan a generar estrés es buscar ayuda profesional. Hablar con un terapeuta puede ser de mucha ayuda, y puede servir para gestionar lo que se experimenta a nivel emocional.

Establecer límites y expectativas realistas

Por último, tenemos que resaltar la importancia del autocuidado emocional y de fijar límites al momento de asumir la responsabilidad de cuidar a otro. Es fundamental determinar qué cantidad de tiempo se tiene disponible para cuidar al otro, fijar expectativas realistas y apoyarse en otras personas para lo que tiene que ver con las tareas de cuidado.